UN MILAGRO DE LA 4T: DE VENDER MAQUILLAJES MARY KAY A LA CONSTRUCCIÓN DE CARRETERAS

UN MILAGRO DE LA 4T: DE VENDER MAQUILLAJES MARY KAY A LA CONSTRUCCIÓN DE CARRETERAS


Yatis Duarte es una estrella de la era obradorista en Quintana Roo. Desde hace algunos años era conocida en Chetumal y otras ciudades del estado por su actividad como líder regional de Mary Kay, una marca que comercializa cosméticos bajo el esquema multinivel.

Era un crack, pero dejó atrás esa vida.

En noviembre de 2018 se le ocurrió reinventarse, fundar una constructora casi de manera instantánea. La registró notarialmente el 18 de diciembre y, para el 3 de enero de 2019, llegó una carta de invitación a su primer procedimiento de contratación. ¡Era un milagro que SCT hubiese encontrado su empresa en Compranet cuando aún carecía de registro como contratista en la Secretaría de Hacienda (SHCP)!

La vida de Yatis en Mary Kay parece haber quedado atrás, pero seguramente fueron de enorme utilidad para el éxito aquellas frases repetidas como karma en los eventos de la marca, como aquella que reza: “Tú eres capaz de hacer cosas increíbles…”.

De enero de 2020 a la fecha, la constructora de Yatis –como le llaman afectuosamente sus allegados y sus aprendices de ventas– consiguió una facturación de más de 21.8 millones, la mayoría con el gobierno federal. Su esposo, Carlos Alberto Cuéllar Percastre, también entró desde entonces en una dinámica de crecimiento económico: ha instalado nuevos negocios, como un autolavado totalmente automatizado y una barbería exclusiva en Chetumal.

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A ambos les llaman “los Cudu”, debido a la unión de sus apellidos (Cuéllar - Duarte). Justo es el nombre que lleva la empresa: Grupo Cudu. Para julio de 2020, Carlos y Yatis fundaron una segunda empresa, esta vez ya sin asociados innecesarios, sólo ellos dos: M2 Tiny House S. A. de C.V.

En Chetumal, los Cudu son lo que se dice una pareja de éxito.






Secuencia de la fundación de Grupo Cudu al primer contrato con SCT.




EL MILAGRO

Su nombre completo es Olivia Yatay Duarte González. Sus allegados y fans la llaman Yatis, como dijimos. Es originaria de Morelos (1979), pero radica en Chetumal desde hace años. Hasta principios de 2020 difundía su actividad en Mary Kay con profusión en las redes sociales, así como fotografías de sus viajes por el mundo y por México, de sus fiestas y su estilo de vida. A veces hasta aparecía en las páginas sociales de la prensa local. Construyó una imagen de éxito ligada a su desempeño en la firma de cosméticos.

Era “una inspiración” para su numeroso grupo de entusiastas seguidoras, que se emocionaban al verla en los eventos de la marca, aplaudían sus reflexiones estimulantes y sus palabras emotivas, extendían los brazos hacia ella, le escribían con gratitud por su ejemplo. Yatis retribuía las muestras de afecto con frases de almanaque o construcciones introspectivas de su trayectoria: “De ti depende que tu vida sea perfecta… como tu maquillaje”.

El 20 de noviembre de 2018 tuvo otra de sus grandes ideas: poner una constructora para desarrollar carreteras y darles mantenimiento. Sí, sonaba loco saltar de los cosméticos a la construcción, donde carecía de absoluta experiencia en el ramo, por no hablar de su falta de familiaridad con procedimientos de contrataciones con gobierno, ya que buscaba orientar al nuevo negocio al ámbito de la infraestructura pública.

Pero como dijo Mary Kay Ash, fundadora de la marca de maquillaje y bisutería para la que Yatis trabajó tan duro: “Asume riesgos, no tengas miedo a intentarlo, no tengas miedo a fallar”.

Yatis no falló. Se asoció al 50% con Mario Tapia González, un misterioso inversionista de entonces 28 recién cumplidos, con raíces en la Ciudad de México, para fundar su propia constructora, que dio de alta en el Registro Público hasta el 18 de diciembre de 2019: Grupo Cudu S.A. de C.V.

Su constitución fue protocolizada bajo el número 14,722 en la Notaría N° 17, en el municipio de Othón P. Blanco, Quintana Roo. Las actividades que se propone son numerosas: construcción de carreteras, desmontes y relleno de terrenos, obras civiles, edificaciones de escuelas, parques, canchas, drenajes, alcantarillados, introducción de redes de agua potable, terracerías, pavimentos, electrificación, servicio público de autotransporte federal de turismo.

Y, por supuesto, “presentación de proyectos de construcción en licitaciones de carácter gubernamental convocadas por los organismos públicos de cualquiera de los niveles de gobierno”.

Después, el país se fue de vacaciones por las fiestas del fin de año de 2019, pero la fortuna ya trabajaba en silencio a favor de Yatis. Aún no terminaban del todo los brindis por el año nuevo 2019, cuando, el 3 de enero, llegó una carta al domicilio legal de Grupo Cudu, que se ubica en unos departamentos habitacionales de la calle 3A de la colonia Gonzalo Guerrero, de Mérida, Yucatán, con los membretes del Centro Quintana Roo de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), a cargo de Francisco Gómez Orozco, rubricada por el director general de Carreteras de la dependencia, Salvador Fernández Ayala.

¡Albricias! Se trataba de una invitación para participar en un procedimiento de contratación de obras. La obra consistía en “trabajos de conservación rutinaria” de los tramos Punta Venado – Puerto Juárez (km. 274+500 al 339+900), del ramal Aeropuerto Cancún de la carretera Reforma Agraria – Puerto Juárez, ruta 307 (km. 0+000 al 2+900), y del tramo de los límites de Yucatán y Quintana Roo – Cancún de la carretera Mérida – Puerto Juárez (del km. 230+400 al 301+000), en el estado de Quintana Roo.

Era una verdadera suerte que los contratistas hubiesen dado con Grupo Cudu en la base de datos de Compranet, especialmente cuando la empresa no figuraba aún en el Registro Único de Proveedores y Contratistas de la SHCP .

Tratándose de una asignación bajo el procedimiento de “invitación a cuando menos tres personas”, se pidieron las propuestas de dos empresas más, pero el 5 de febrero, el Centro-SCT Quintana Roo resolvió a favor de Grupo Cudu, que obtuvo así una segunda transferencia, esta vez por de 10.39 millones de pesos.






A la par de los productos Mary Kay, se volvió muy popular en redes sociales por sus mensajes de apoyo.




UNA ESTRELLA INFINITA

Fue tal la estrella de Yatis, que su constructora siguió facturando. El 3 de diciembre de 2019 ganó un nuevo contrato para la “conservación rutinaria de tramos en 70 Km (Zona Nueve) de la red federal libre de peaje del estado de Quintana Roo”, emitido el 3 de diciembre por la Subdirección de Obras de la Residencia General de Conservación del Centro SCT - Quintana Roo. El monto de facturación fue de 4 millones de pesos.

Después vinieron dos contratos más: uno de 3.5 millones de pesos para dar efectuar trabajos de conservación en el kilómetro 60.50 de la red libre de peaje de la misma entidad, y uno más de 3.3 millones por trabajos de “desyerbe, limpieza de obras de drenaje, remoción de derrumbes y afine del derecho de vía” en el kilómetro 240.80 de la mencionada red.

Cuando contactamos a Olivia Yatay Duarte González para conocer cómo fue la decisión de saltar del mercado de cosméticos al de la construcción, su experiencia en este sector, y sus recomendaciones para facturar tan rápido con el gobierno federal, como se le comentó, ella insistió en que no podía responder hasta que hablara con su socio. Después ya no tomó las llamadas.



















Yatis olvidó su pasado como promotora de Mary Kay para convertirse en una contratista del gobierno.




M2 TINY HOUSE: LA SEGUNDA CONSTRUCTORA DE LOS CUDU

Para noviembre de 2020, la constructora de Yatis había facturado ya 21 millones 875 mil 201 pesos por obras de gobierno.

Pronto la constructora de Yatis diversificó capacidades y, para el verano de 2020, antes de cumplir su primer año, Grupo Cudu ya efectuaba tendidos eléctricos. El ayuntamiento de Tulum le otorgó, el 21 de agosto de 2020, un contrato para la “ampliación de la red eléctrica de la comunidad de Francisco Hu May” por un monto de 1.6 millones de pesos.






Yatis Duarte con su esposo, Carlos Alberto Cuéllar, con quien también ha fundado negocios.


Y poco después, en noviembre, la constructora ya no sólo hacía carreteras y tendía redes eléctricas, sino también cobró habilidades en materia de obras hidráulicas. El mismo ayuntamiento de Tulum fue el que otorgó a Cudu un contrato para la construcción de pozos de absorción de aguas pluviales sobre la avenida principal en el centro de dicha demarcación, por 373 mil pesos.

A mediados de julio de 2020, les estaba yendo tan bien en los negocios con el gobierno, que los Cudu decidieron fundar una segunda constructora: M2 Tiny House S.A. de C.V.

Está orientada a las obras privadas, hasta ahora, y ya no necesitaron de socios adicionales, “los Cudu” son los dueños totales de la nueva firma, Yatay Duarte y Carlos Alberto Cuéllar. 

Fuente; Eme Equis

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