Desechables después de la emergencia: médicos que atendieron COVID en Unidad Citibanamex denuncian desempleo

Desechables después de la emergencia: médicos que atendieron COVID en Unidad Citibanamex denuncian desempleo


Juan Daniel Cázares Hernández recibió, el pasado 20 de noviembre, la condecoración Miguel Hidalgo, en grado cruz, “por sus méritos eminentes y conducta destacadamente ejemplar en la atención de la emergencia sanitaria por COVID-19”, según se lee en el reconocimiento. Lo que no obtuvo por esa labor fue un empleo fijo. El médico general estuvo laborando durante un año en la Unidad Temporal Citibanamex. El 29 de abril le avisaron, a través de un mensaje de WhatsApp, que ya no tendría trabajo.  

Después de doce meses de atender a los afectados por el coronavirus, de recibir la condecoración y de pasar 15 días hospitalizado por COVID en el mismo Citibanamex, Juan Cázares no recibió una explicación sustentada de por qué justo a él la Secretaría de Salud de la Ciudad de México (Sedesa) con la que había estado firmando sus contratos – Animal Político tiene copia  al menos de uno – lo estaba dejando sin empleo. 

Cázares asegura que Mónica Arboleya, coordinadora de Vinculación Clínica en la Unidad, le explicó que, por instrucción de Sedesa, cada 15 días habría bajas al azar. El hospital temporal ya tenía menos pacientes, estaba próximo a cerrar y se les reubicaría, aunque eso ya no dependería de ella, porque ya no estaría en los hospitales de la Secretaría de Salud. 

La reubicación no llegó, al menos para Juan y otros aproximadamente 30 de sus compañeros, que salieron en esos primeros grupos dados de baja. “En una junta posterior nos dijeron que estábamos en una lista de espera, que teníamos preferencia sobre los demás. Después se cerró la Unidad y empezaron a reubicar a todos los que se quedaron hasta el final. A los que fuimos de los primeros en salir ya nunca nos llamaron”. 

La Unidad Temporal Citibanamex arrancó operaciones el 29 de abril de 2020, cuando ya 50 hospitales en el país reportaban más de 70% de ocupación en camas generales y 35 estaban con más de 70% de camas con ventilador llenas, entre ellos los más grandes y emblemáticos de la capital: el Instituto de Enfermedades Respiratorias (INER), el de Nutrición, el 1° de Octubre, el 20 de Noviembre, el Hospital Juárez y el General de México. A partir de ahí el número de hospitales saturados empezaría a crecer.

El Citi se montó, con ayuda y financiamiento de la iniciativa privada, para quitar presión sobre esos hospitales y atender a los pacientes que no estaban tan graves. Al menos eso se dijo al principio, porque aquí se terminó atendiendo también a quienes llegaban con cuadros muy complicados de COVID, por la falta de espacio en otros lugares. Pero pasado lo peor de la emergencia, la Unidad dejó de atender y recibir pacientes. 

Este 10 de junio se dio la última alta. 

La promesa

El 15 de abril de 2020, el presidente Andrés Manuel López Obrador garantizó, durante su conferencia matutina, que el personal de salud que se sumase a la convocatoria laboral para atender la emergencia sanitaria tendría trabajo permanente.

“Hago un llamado a los médicos, a las enfermeras, que son tan importantes, indispensables en estos momentos, a que nos ayuden, que se inscriban para participar, aunque sea de manera temporal. Les garantizamos trabajo permanente, porque tenemos un déficit, nos dejaron un faltante de enfermeras y de médicos y más especialistas, les garantizamos, vamos a decir base”, subrayó el mandatario. 

Un año después de esa declaración, Juan Daniel, quien acababa de terminar su servicio social cuando entró al Citi, se enteró que esa promesa no se iba a cumplir, y lo hizo de una forma que lo dejó todavía más decepcionado. 

“Me mandaron por whats un mensaje dándome las gracias por mi trabajo y pidiéndome que me presentará en el área de administración del Citi, ahí primero me dijeron que ese mensaje no era verdad, que no hiciera caso y luego Arboleya me confirmó que era un hecho, que ya no me darían más contratos”. 

Por ahora Juan Daniel está trabajando en una aseguradora y esperando que la UNAM le libere su título, que se ha retrasado por las cuestiones administrativas que se han alentado por la pandemia. En septiembre hará el examen para cursar la residencia en geriatría.

Ponte en contexto: Ante emergencia por COVID: llegarán 500 médicos cubanos y se suman 204 camas en Citibanamex

Algo similar refiere Gustavo Rodrigo Albarrán Gómez, aunque a él lo dejaron sin contrato incluso antes, en febrero, y aún le deben una quincena, la última que laboró. Gustavo también entró al Citi en el primer grupo contratado desde abril del año pasado. 

“El 21 de febrero de 2021 me entero que ya me habían dado de baja desde el día 15. Me llegó un mensaje de whats avisándome. Fui a la administración y me dijeron que no pasaba nada, que siguiera trabajando, del 21 al 28 estuve yendo a trabajar y eso no me lo han pagado”, dice Gustavo. 

Justo ese día, el 28 de febrero, Gustavo se enteró que se había quedado en la residencia médica y debía trasladarse a Puebla, así que por ahora lo único que pide es que Sedesa le pague los últimos días que trabajó y que aún le deben. 

“Me han hecho dejar papeles y papeles y papeles como si me fueran a contratar otra vez y el pago no sale, me dicen que ya merito. Incluso – cuenta el médico – tuve que pedir permiso un día en la residencia para ir a la Ciudad de México, al Citi y me dijeron que no estaba el encargado de los pagos y al otro día lo mismo, que tampoco estaba”. 

El mensaje por WhatsApp como primer aviso del fin de los contratos también lo cuenta Julián, a quien llamaremos así porque él prefiere que no se le identifique, no confía en que no haya represalias por parte de Sedesa por compartir lo que les ha pasado. 

Fuente: Animal Político

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